La comisaría de Tamanché, al Norte de Mérida disfrutó la fiesta anoche del agradecimiento por la preferencia y gusto de elegir a Aranza Residencial como un lugar exclusivo para vivir.

En el proyecto de 10 hectáreas lotificaron 125 espacios de 450 ó 500 metros cuadrados, en año y medio los socios convirtieron esta zona en una comunidad rodeada de amenidades y naturaleza para el convivio familiar sano y seguro, así lo explica Juan Manuel Ponce Díaz, Director General Accionista de Vive Desarrollos:

“Aranza lo que nos da es la oportunidad de vivir en comunidad y por eso es que nuestros compradores hasta ahorita, ya vendimos el 80 por ciento de lotes, han sido en gran mayoría, yucatecos”.

Los detalles de los acabados y la calidad van de la mano en cada recorrido de las diversas zonas de esparcimiento, calculado para convivir con la naturaleza entre el periférico de Mérida y las playas de Progreso con todas las bondades que brinda Yucatán. Es la voz del socio empresario, Emilio Loret de Mola:

“Este éxito en el sector inmobiliario tiene que ver mucho con políticas públicas de las autoridades estatalesny autoridades municipales que siempre nos han brindado mucho apoyo y mucha ayuda en ser activos en toda esa parte de gestión que hacemos ante las autoridades y pues evidentemente las políticas públicas que han hecho que el desarrollo económico de Yucatán sea sobresaliente, seguridad pública sea sobresaliente es una parte importante para los yucatecos que queremos invertir en nuestra tierra  nos apoya y ayuda todo el entorno en el que estamos viviendo”.

Aranza Desarrollos es un ejemplo de que lo hecho en Yucatán por manos, inversión ingenio y talento local, incrementa la derrama económica en los hogares de la entidad, así lo comenta el secretario estatal de Fomento Económico y Trabajo, Ernesto Herrera Novelo:

“La proveduría es de empresas yucatecas, eso es lo que genera los círculos virtuosos, tener a los inversionistas yucatecos que contratan los servicios de empresas yucatecas genera que la riqueza se quede en el estado. Durante el proceso 300 personas estuvieron trabajando más menos y hoy cuando ya esté operando todo el desarrollo tendremos a 80 personas permanente trabajando aqui”.

Aranza Residencial es un claro ejemplo de tomar “de la vida, lo bueno”.