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En medio de la respuesta a la devastación causada por el huracán Otis en Guerrero, importantes figuras políticas y legisladores han hecho un llamado al gobierno federal para agilizar la ayuda a los damnificados. Su mensaje es claro: no debemos depender exclusivamente de las fuerzas militares en la distribución de suministros y apoyo.
Marko Cortés, líder del PAN, ha enfatizado la importancia de permitir que grupos civiles también puedan aportar, facilitando la llegada de provisiones a los afectados por sus propios medios. Esta colaboración podría acelerar el proceso de asistencia en momentos críticos.
Sin embargo, lo que resalta en este panorama es la ausencia del Fonden, el Fondo de Desastres Naturales. Renán Barrera Concha, alcalde de Mérida, ha señalado que en situaciones de emergencia como esta, la activación inmediata del Fonden habría sido crucial. Sin él, los recursos destinados a la ayuda a los damnificados deben pasar por trámites legales y burocráticos que podrían retrasar significativamente su llegada.
Barrera Concha también ha expresado su preocupación por la falta de coordinación y organización tanto a nivel estatal como federal en Guerrero. La tragedia y la respuesta desorganizada plantean la necesidad de repensar y reevaluar las estrategias de intervención para garantizar una asistencia eficaz a quienes más lo necesitan en situaciones de desastre.
Esta situación nos recuerda la importancia de contar con mecanismos ágiles y efectivos para responder a desastres naturales. Esperamos que este llamado a la acción impulse a las autoridades a tomar medidas concretas y eficientes en momentos críticos como este.