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Un juez federal ha rechazado la solicitud de suspender la construcción del Viaducto Elevado de Progreso, argumentando que detener los trabajos traería más daños que beneficios para los habitantes de la zona. El juez negó la suspensión definitiva en uno de los amparos presentados contra la construcción de la obra, lo que permitirá que continúe su ejecución.
Esta decisión se produce después de que el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Amparo también negara la suspensión provisional solicitada por algunas personas que se oponen a la construcción del viaducto elevado en la carretera Mérida-Progreso en marzo pasado. Los quejosos no pudieron demostrar en ambos casos daños irreversibles al medio ambiente.
El juez determinó que para detener la construcción de la obra durante el juicio de amparo, los quejosos tendrían que haber acreditado que la ejecución de la misma les causaba daños irreversibles, lo cual no pudieron demostrar. Además, se consideró que el Viaducto Elevado de Progreso mejorará el tráfico vehicular al evitar que los camiones circulen dentro de la ciudad, lo que redundará en beneficios para los habitantes de Progreso.
El juez también mencionó que la autoridad federal competente en materia ambiental, la Semarnat, ha señalado que la ejecución de la obra es viable y no produce afectaciones al medio ambiente, ya que se realizará sobre una calle ya construida.