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El galerista Mario Alberto Torre Rodríguez, representante y amigo cercano del fallecido Maestro Gabriel Ramírez Aznar durante sus últimos cinco años de vida, ofreció una postura pública para aclarar la información difundida recientemente sobre el acervo del artista y la iniciativa para crear la Casa Museo Gabriel Ramírez en Mérida, Yucatán. Ante versiones que señalan supuestos “trámites de rescate” o el retiro irregular de obras del estudio del pintor, Torre Rodríguez desmintió tajantemente cualquier señalamiento que sugiera manejo indebido del patrimonio del creador, subrayando que dichas afirmaciones solo buscan afectar su reputación profesional.
En su mensaje, el galerista precisó que el acervo bajo su resguardo fue exhibido en al menos cinco ocasiones en Mérida y Ciudad de México, siempre de manera pública y transparente. Afirmó que la obra “nunca ha estado en riesgo” y que se encuentra clasificada, conservada y protegida conforme a la confianza que el propio Ramírez Aznar le otorgó en vida. Recalcó que “no existe nada que rescatar”, pues el acervo ha permanecido en resguardo profesional bajo la figura legal de depósito mercantil, vigente incluso después del fallecimiento del artista.
Sobre las publicaciones que atribuyen al Dr. Luis Ramírez Carrillo la figura de albacea con facultad para solicitar la entrega de las obras, Torre Rodríguez aclaró que no ha recibido ningún documento oficial que confirme tal nombramiento ni instrucción emitida por autoridad competente. Agregó que su postura no obedece a reservas personales, sino al cumplimiento estricto de la ley: únicamente entregará el acervo a quien demuestre formalmente la titularidad o calidad de heredero.
El galerista reiteró que, una vez que exista acreditación legal, entregará la totalidad de la obra “en tiempo y forma”, sin necesidad de procesos judiciales, garantizando así una transición ordenada y respetuosa. Además, llamó a la prudencia y a la certeza jurídica en torno a la creación de la Casa Museo Gabriel Ramírez, proyecto que considera importante para preservar y difundir la trayectoria del artista.
Torre Rodríguez también pidió no ignorar la figura de George Ann Huck, compañera del Maestro por décadas, recordando que su silencio no puede interpretarse como renuncia ni ausencia de derechos sobre el patrimonio. Subrayó que la situación jurídica del legado de Ramírez Aznar aún no está definida y que la propiedad del acervo debe ser demostrada y no atribuida por terceros.
Finalmente, afirmó que su compromiso es honrar la memoria del Maestro y asegurar que su obra llegue íntegra, ordenada y en paz a quien legalmente corresponda, manteniendo siempre el respeto y la transparencia que el legado de Gabriel Ramírez Aznar merece.


