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EL 2 de octubre del año 1968 tuvo un giro para muchos en la Ciudad de México, debido a la matanza terrible de estudiantes en Tlatelolco, la Plaza de las Tres Culturas donde más de 300 personas fueron acribilladas, se llenó de sangre.
Es un hecho perpetrado por el gobierno de México a manos de Gustavo Díaz Ordaz en contra del movimiento social estudiantil que “buscando el orden público” previo a los juegos olímpicos a realizarse en México, acabó en tragedia.
Ese año fue caracterizado por las detenciones masivas, ilegales y arbitrarias de las fuerzas oficialistas hacia los activistas del movimiento estudiantil. ¿Sabes cual era la razón del movimiento estudiantil?
Las marchas organizadas por estudiantes tuvieron lugar debido al autoritarismo y represión del gobierno, además de exigir un respeto al reclamo y la movilización social, la disolución del cuerpo de granaderos y el respeto a los derechos humanos; de alguna forma los estudiantes y jóvenes del mundo se encontraban como en Francia y Estados Unidos.
En este movimiento se unieron diversas personas a la lucha por la situación social del país, desde obreros, amas de casa, profesores, estudiantes universitarios, de preparatorias y vocacionales;
El 2 de Octubre de 1968, miles de personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas, donde arribó también el ejército con el pretexto de vigilar la seguridad ante el temor de una disputa. Los miembros del Batallón Olimpia, para no ser detectados, vistieron de civiles y portaron un guante o pañuelo blanco en la mano izquierda para identificarse. Su objetivo era infiltrarse en la manifestación y llegar al edificio Chihuahua, lugar donde se encontraban los oradores del movimiento y varios periodistas.
Los estudiantes expusieron seis demandas, las cuales eran una respuesta a los eventos violatorios de los derechos humanos cometidos por elementos de la policía y de las fuerzas armadas en días anteriores
Estas demandas fueron:
- Libertad de los presos políticos
- Supresión del artículo 145 del Código Penal Federal ( se entendía como la posibilidad de que se introdujeran doctrinas que podrían comprometer las libertades constitucionales que provocaran discordia en la sociedad además de sustraer información útil para los regímenes totalitarios)
- Desaparición del cuerpo de granaderos
- Destitución de los jefes de la policía Luis Cueto, Raúl Mendiolea y A. Frías (debido a su participación en la organización represiva a la expresión de los manifestantes)
- Indemnización a los familiares de todos los heridos y muertos desde el comienzo del conflicto
- Deslindamiento de responsabilidad de los funcionarios culpables de los hechos.
Minutos antes de las 6 de la tarde de ese día, el mitin estaba casi por finalizar cuando un helicóptero comenzó a sobrevolar la plaza. Desde él se dispararon bengalas, señal para que los francotiradores del Batallón Olimpia comenzaran a abrir fuego sobre los estudiantes, madres, hijos, profesores, obreros entre otros. En medio del caos, la población civil reunida corrió por la Plaza de las Tres Culturas y las inmediaciones del edificio Chihuahua para protegerse. Algunos manifestantes lograron escapar del tiroteo y se refugiaron en los departamentos de los edificios cercanos, pero esto no los salvó del ejército. Sin ninguna orden judicial, los soldados irrumpieron en cada uno de los departamentos para capturar a los jóvenes que se habían ocultado en ellos
Con el paso de los años se reconoció que no se puede dar un número exacto sin embargo el informe de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado logró recopilar alrededor de 350 muertos.
Aún podemos reflexionar como a través de esta terrible experiencia se violaron derechos humanos graves como: Derecho a la vida, Derecho a la libre expresión, Derecho a la seguridad jurídica, Derecho a la libertad, Derecho a la legalidad, Derecho a la procuración de la justicia de los agraviados y sus familia, Derechos a la integridad personal y el Derecho a la protección contra la deteción arbitraria.
Nos recuerda la importancia de la libertad de expresión en la sociedad, los peligros del autoritarismo, el papel esencial de los movimientos sociales, la empatía por las luchas ajenas, el impacto de la verdad y la memoria colectiva a través del tiempo, la juventud siempre será un agente de cambio y la necesidad de respetar y hacer vales los derechos humanos.
La frase “2 de octubre no se olvida” acuñada desde esos días es un grito firme contra la impunidad, el olvido y sobre todo la amnesia colectiva.
Es importante que estos eventos nos permiten recordar para sobre todo no volver a cometer los errores del pasado.