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El inicio de 2025 ha sido complicado para los productores de ostiones de Ciudad del Carmen, quienes atraviesan un momento difícil debido a los constantes cierres por cuestiones climáticas del Puerto Isla del Carmen y la creciente competencia de pescadores informales.
Esta situación ha limitado considerablemente las actividades de la única planta ostrícola certificada en el estado, lo que ha ocasionado una reducción en la producción y ha dejado a los productores locales en la lucha por mantenerse a flote.
A pesar de las dificultades, los ostioneros han logrado realizar un par de viajes al mar, los cuales les han permitido abastecer principalmente el mercado local y enviar algunas cantidades a Yucatán.
Sin embargo, las condiciones actuales les impiden aprovechar al máximo su capacidad, y la producción obtenida apenas cubre los gastos de operación de la planta.
Ante esto, algunos productores no descartan un posible ajuste en los precios del ostión para poder mantener su negocio en marcha.
Los cierres del puerto, que se activan principalmente por seguridad dado las malas condiciones meteorológicas, han afectado seriamente el acceso a los bancos ostrícolas.
Los pescadores, comprometidos con su seguridad y respetuosos de las indicaciones de las autoridades, se han visto forzados a suspender la actividad durante los días de mal tiempo.
Sin embargo, esta misma situación ha sido aprovechada por los pescadores informales o “guateros”, quienes, sin el respeto a las leyes, ni las medidas de seguridad correspondientes, se arriesgan a capturar ostiones en condiciones peligrosas.
Esto ha generado una competencia desleal que ha afectado la estabilidad económica de los productores legales.
Además, los pescadores informales venden su producto a precios muy bajos, lo que hace aún más difícil para los productores locales competir.
La temporada de frentes fríos ha provocado que las condiciones del mar sean inciertas, limitan la cantidad de ostiones que pueden ser recolectados en cada viaje.
Pese a los retos, los productores siguen con esperanza y trabajan por mantener a flote la industria ostionera de la región.
Recientemente, una pequeña remesa de ostiones fue procesada y enviada a Mérida, lo que les permitió obtener algunos ingresos, aunque estos no son suficientes para cubrir todos los costos operativos.
Los ostioneros de Ciudad del Carmen son conscientes de que, si bien el clima y la competencia desleal son factores difíciles de controlar, la unión y el respaldo gubernamental podrían ser la clave para superar esta adversidad y asegurar el futuro de la producción ostionera en la región.
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