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El Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez, impartió su bendición al renovado Mausoleo del Clero, ubicado en el Cementerio General de Mérida, en un emotivo acto que reunió a autoridades eclesiásticas y fieles.
Este significativo espacio, construido originalmente en 1938, ha sido restaurado fielmente, respetando sus acabados originales y preservando su esencia histórica.
El Mausoleo del Clero tiene una rica historia que se remonta a su origen como panteón familiar de la influyente familia Ancona Navarrete.
Sin embargo, en 1936, Ana Peón Aznar adquirió el mausoleo y, con visión y generosidad, lo donó al arzobispo Martín Tritschler para uso exclusivo de la Arquidiócesis de Yucatán.
Este mausoleo es el lugar de descanso eterno para numerosos sacerdotes que, en vida, expresaron su deseo de ser inhumados allí.
Conforme a la tradición y reglamento eclesiástico, las fosas interiores de la capilla están reservadas para arzobispos, obispos y canónigos de la catedral, destacan la importancia de este espacio para la comunidad eclesiástica y su jerarquía.
La restauración del Mausoleo del Clero simboliza el respeto y gratitud hacia los siervos de la fe que han dedicado sus vidas al servicio de la comunidad.
La bendición del arzobispo Gustavo Rodríguez reafirma la importancia espiritual de este lugar, ahora renovado para las generaciones futuras. Este acto también subraya la conexión entre la fe, la historia y la comunidad.
En su homilía, el arzobispo Rodríguez destacó la importancia de honrar la memoria de quienes han servido a la Iglesia y resaltó el valor patrimonial del mausoleo.
La restauración del Mausoleo del Clero es un testimonio del compromiso de la Arquidiócesis de Yucatán con su patrimonio histórico y espiritual.
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