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En el pueblo mágico de Sisal, Yucatán, la fauna protegida enfrenta una amenaza urgente: una jauría de perros ferales está atacando a los flamencos (Phoenicopterus ruber) y otras aves acuáticas de la región.
Estos perros, movidos por su instinto, acorralan y se alimentan de especies que, como los flamencos, están protegidas bajo la NOM-059-SEMARNAT-2010, lo cual prohíbe actividades que pongan en riesgo su supervivencia.
La situación ha generado gran inquietud entre observadores de aves, turistas y la comunidad local.
Proyecto Santa María, organización de conservación, denunció el problema en redes sociales, solicitó a las autoridades que tomen medidas para proteger tanto a las aves como a los perros, cuya presencia se ha vuelto una amenaza para el equilibrio ecológico de la zona.
Se propone la captura, esterilización y reubicación de estos perros de manera ética, para reducir su impacto sin recurrir a métodos dañinos.
La preservación de las especies en Sisal requiere una acción conjunta entre autoridades, especialistas en fauna y la comunidad, para impedir daños irreversibles en la biodiversidad local.
La rápida implementación de estrategias sostenibles es esencial para proteger a estas especies y restaurar el equilibrio ecológico de la región.
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